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¡Sorpresa!

Eran pasadas las 4 de la tarde cuando estaban regresando a su apartamento, Jungkook viajaba como copiloto mientras Jimin estaba en el centro del asiento trasero, sujetando su teléfono entre ambas manos y tecleando sabrá la Luna qué cosa de manera rápida, el alfa se sintió casi triste por no tener la atención total de su omega, se estaba arrepintiendo de no viajar a su lado.

—Bebé, ignorar a los demás para estar en el teléfono es de muy mala educación —giró su cabeza y lo miraba directamente para tratar de reprenderlo sin sonar demasiado molesto al respecto.

—Ya voy, solo... —no despegó la mirada de su móvil y seguía tecleando sin prestarle verdadera atención al mayor—, tenía que mandar unos mensajes y eso —mira a Jungkook, se encoje de hombros y se acomoda mejor en el asiento, su teléfono se enciende por una nueva notificación así que regresa su vista de inmediato a él.

—Puedes responder en casa, cielo —dice con un tono desolado que hace que el menor le mire, el ojiverde parecía un niño haciendo un berrinche por atención, se sentiría estúpido si fuera la atención de otra persona la que busca, sin embargo es la de su omega la que solicita, quiere escucharlo hablar, reír o ver sus ojos a través del retrovisor, lo que sea solo con que sea él a quien se dirige.

—Te juro que ya casi termino, solo un poquito más y lo dejo, ¿si? —sonríe hacia el mayor para tratar de convencerlo, era obvio que lo lograría de inmediato.

—Bien —el rizado suspiró y regresó su vista al frente con resignación en la mente, tendría que soportar otro poco más.

—Lo perdiste, jefe —se burla Zico palmeando su muslo—, y por un teléfono, ¡que mal! —continúa son una sonrisa burlona a la que el alfa solo responde con un bufido. Cuando menos lo esperaron estaban bajando de la camioneta, Jimin no había hablado más desde eso, seguía concentrado en su dispositivo, Jungkook quería gruñir, lo sentía nervioso y apresurado con algo que no sabe qué es, quiere creer que es alguna tarea y que por eso su precioso ángel no le ha mirado en todo el trayecto, sin embargo, está de vacaciones y obviamente lo que le preocupa no es eso.

Jungkook toma la mano de Jimin para ayudarle a bajar del vehículo haciendo que el omega le sonría en grande por eso, avanzados unos pasos el omega se suelta de su agarre para ponerse frente a él y darle un suave beso en los labios.

—¿Puedes adelantarte un poco? —cuestiona ladeando el rostro de manera tierna, Jungkook se sintió tan mal, su omega no quiere caminar con él, su lobo estaba aullando tristemente en el rincón más profundo de su pecho, con la cola y las orejas bajas por la miseria de ser rechazado—. Necesito hablar con Zico sobre Yoongi, lobito —acaricia su mejilla al ver los ojos del mayor y sentir la tristeza en el lazo, lo que menos quería era causarle dolor. Los ojos del beta que caminaba a solo unos pasos de distancia se abrieron al máximo al escuchar las palabras del omega, eso hizo reír a Jungkook olvidándose por un momento del pesar que cargaba, se resignó a obedecer a su chico y subir sin él.

—Bien, te esperaré arriba —asiente y acuna el rostro de Jimin entre sus manos para dejar varios besos rápidos en sus suaves y gruesos labios, liberó un suspiro al verlo a través de las puertas del elevador, cuando éstas se cerraban.

Era ridículo pero se sentía tan mal al dejarlo solo, estaba en el mismo edificio pero se sentía como si lo hubiese dejado en otro país, como si las fronteras que los separan fueran demasiadas y como si su despedida hubiera sido para un tiempo prolongado o algo parecido, eso lo lleva a recordar su situación, en menos de un mes tendrá que salir de viaje dejando al amor de su vida por cuatro semanas, no sabe cómo es que soportará esa tortura si no puede siquiera adelantarse un poco sin querer soltarse a llorar por no sentir a su omega consigo.

Mientras tanto Jimin se giraba con una enorme sonrisa para encarar al beta que estaba sumamente nervioso a su costado, Zico tenía las manos en la espalda y se balanceaba de un lado al otro, el ojiazul quería reír a carcajadas por su actitud pero no tenía tiempo para eso, debía ponerlo al corriente de la situación que había estado planeando.

—Jefe yo... —comenzó con un discurso que verdaderamente no tenía preparado—, si estoy saliendo con él y me gusta much... —pero gracias al cielo, Jimin lo interrumpe.

—Cálmate, Zico —sonríe ante su actitud y sus confesiones—, no vamos a hablar de Yoongi... aún —dice lo último con una pizca de diversión—. Solo no quería que Jungkook escuchara lo que voy a decirte —saca su celular y comienza a teclear.

—¡Oye, eso es muy grosero! —dice con falsa molestia—. Ignora a tu novio si así lo quieres, pero no a mi, ¿has oído del respeto a los empleados? —Jimin rueda los ojos sin despegar la vista de su móvil.

—Shh —silencia agitando la mano y luego de teclear por otros pocos segundos dirige su mirada al castaño—. Estoy planeando una fiesta sorpresa para Kook —dice simple y el beta parece entender su actitud ahora—. Te envié una lista de cosas que necesito, ¿podrías comprarlas?

—Claro —se encoge de hombros.

—Jungkook te llamará en más o menos hora y media porque Hyungwon le dirá que lo necesita en la empresa —debía explicarle su plan a la perfección para que todo saliera adecuadamente, estuvo pensando en eso durante su recorrido por las casas, la idea le gustó así que en el camino avisó a sus familiares y amigos, quería reunirlos a todos para festejar que su alfa es ahora un graduado y que muy pronto será el director de la empresa de su familia—. Mientras ese tiempo pasa, tú compras las cosas de la lista y las dejas en la recepción, yo bajaré por ellas después de que se marchen.

—Si no entiendo mal, la llamada de el señor Jeon será mentira, ¿no? —Jimin asintió—. Bien, ya entendí —asiente con una sonrisa en sus labios.

—Maneja lento, dame tiempo y no le digas nada.

—Bien, no le voy a dirigir la palabra —dice burlón.

—¡Zico! —entrecierra los ojos con amenaza pero el beta solo podía ver un pequeño gato molesto, demasiado tierno para intimidar a alguien.

—Sabes que bromeo —ríe—, cuenta conmigo.

—Excelente, ahora me voy —se despide del chofer y camina hacia el elevador, sigue sintiendo esa constante tristeza en su pecho y sabe la razón, él también quiere atención de Jungkook, sabe que el alfa debe sentirse desolado pero pronto ese sentimiento será remplazado por felicidad, o por lo menos eso espera.

Las puertas del ascensor se abren y camina hacia la puerta de su casa mientras repasa mentalmente la lista de personas a las que avisó y las cosas que necesita, abre la puerta y se sorprende cuando el alfa lo rodea por la espalda en cuanto pone un pie dentro del departamento, la nariz de Jungkook le hacía cosquillas en el cuello pero eso solo le arrebataba suspiros por la cercanía, gracias a ella podía aspirar con total tranquilidad la deliciosa humedad de la tierra combinándose con el tabaco, los brazos del alfa se aferran a su cintura mientras éste inhalaba fuertemente para embriagarse con la vainilla y el café que emanaban del cuerpo del omega.

—Te extrañé —Jimin sonríe por las palabras amortiguadas de su alfa—. Es ridículo lo sé, pero tengo esta sensación en el pecho, duele cuando no me pones atención... —suelta una exhalación que pega directo en la piel del omega, Jungkook sigue sintiendo a Jimin nervioso, se lo cuestionaría pero si él no quiere comentarle nada entonces no lo hará.

—Tú siempre eres el centro de mi atención, alfa —ladeó la cabeza para darle más acceso y alzó la mano para que sus dedos se acercaran al cuero cabelludo del mayor, brindando suaves y delicadas caricias—. No importa si estoy haciendo otra cosa, siempre es pensando en ti —sonríe al sentir el escalofrío en su piel por el beso que Jungkook dejó en la marca, siempre disfruta de la corriente que eso lleva a todo su cuerpo—. Da miedo pero no puedo cambiarlo —ríe un poco.

—¿Verdad que si? —sale de su escondite para darle la vuelta al omega y ver los orbes azules que tanto le fascinan—. Es tan extraño que cualquier cosa me lleva a recordarte y te tengo en la mente a cada momento —sonríe y acuna el rostro del menor—. Antes estaba tan aterrado de sentir estas cosas pero ahora me siento tan feliz y no sé... me encanta verte y saber que eres igual de feliz que yo.

—Me haces el omega más feliz de este planeta y todos los demás —abraza a Jungkook por el cuello parándose de puntas y dejando un nuevo beso en su boca, fue simple y rápido pero cualquier toque les encantaba siempre y cuando fuera con el otro—. Llévame al sofá —el rizado sonríe ante su petición pues no estaban a más de 5 pasos de distancia, pero como el alfa consentidor que es con su omega, lo sujetó fuerte por la cintura y lo levantó para caminar los pasos restantes hasta el asiento.

—Mi precioso bebé mimado —se sienta en el sillón y coloca a Jimin sobre su regazo, con ambas piernas colgando por el costado para que pueda esconder su rostro en el cuello del alfa—. Pronto vamos a tener una casa y voy a consentirte y cuidarte toda la vida, te lo prometo —el omega ronroneó gustoso ante las promesas y caricias que su alfa le hacía, se siente cuidado y protegido entre sus brazos, tener una casa le hace mucha ilusión pero con Jungkook todo se siente cálido y acogedor—. Estuve pensando y sería genial si mañana hacemos una cena, podemos festejar mi graduación y adelantarnos un poco para festejar también mi ascenso —sonríe hacia el omega quien fuerza una mueca de cansancio.

—No lo sé, alfa —niega torciendo la boca para demostrar desagrado a la idea que obviamente le encanta pero quiere mantener las apariencias—. Estoy muy feliz por ti, pero quisiera pasar estos días contigo, tú y yo solos, el lunes volveré a la escuela y te veré solo por la noche —hace un puchero que el alfa no se resiste a besar dulcemente. Jimin realmente quería pasar los días con Jungkook, sin embargo también quería festejar sus logros, tuvo que mentir ligeramente para no arruinar la sorpresa—. Podemos festejar solo tú y yo —agrega con un tono coqueto, sus mejillas estaban coloradas mientras dibuja círculos con su índice sobre el pectoral del mayor, los ojos del alfa brillaron y se relamió los labios ante la proposición.

—Me gusta más tu idea, ángel —acaricia su cintura y comienza a meter su mano dentro de la camiseta, tocando la suave piel de su barriguita y haciendo que su omega suspire complacido ante el tacto, su otra mano se coloca en la cadera del ojiazul siendo suave y delicado en cada toque—. Tus ideas siempre son mejores, todo de ti es mejor —ladea su cabeza para recargar su mejilla en la coronilla del omega y comienza a moverse para marcarlo con su aroma, fuerte y dominante el tabaco cubre cada parte de la habitación, un jadeo de gusto salió de los preciosos labios del omega cosa que el mayor aprovechó para poder juntar sus labios e interrumpirlo, Jimin acunó su mejilla y profundizaron el beso de manera lenta y deliciosa, intercalándose para tomar el control hasta que la mano del alfa se adentró en la cintura de sus pantalones para tratar de entrar en ellos, Jimin gimió en la boca del otro.

—Alfa... —llamó pero fue un susurro que solo alimentó más las sensaciones placenteras que el mayor experimentaba, metió su mano en la ropa para palpar la ropa interior que cubría el redondo glúteo del ojiazul mientras el chiquillo se deshacía con las caricias soltando suspiros delicados.

—Dime —responde antes de volver a atacar su boca con la misma lentitud que antes disfrutando de los sonidos que Jimin soltaba cuando adentraba su lengua en la boca.

—E-Estoy cansado —miente, le costó tanto decir aquello, cada toque que el alfa le regalaba era tan placentero, no tenía tiempo ahora para dejarse llevar aunque quisiera mandar todos sus planes a la basura—. Podemos s-solo... —sus ojos se clavaban en los labios del mayor queriendo unirlos de nuevo.

—¿Abrazarnos y ver televisión? —cuestiona con una sonrisa orgullosa por ver el estado descompuesto de su niño que asintió rápido para no arrepentirse de su decisión—. Por supuesto, amor —besó una vez más sus labios lentamente para deshacerse de la nube lasciva y se tiró adecuadamente en el sofá, acomodándose para que Jimin pudiera acurrucarse con él, el pecho del alfa estaba pegado a la espalda del omega mientras este usaba su brazo como almohada y la mano del ojiverde lo rodeaba posesivamente por la cintura—. ¿Qué quieres ver? —besa su cuello y estira el brazo para poner el buscador en la pantalla.

—Shrek —dice simple y el alfa presiona la imagen de la película que ya aparecía en las búsquedas frecuentes, no era la primera ocasión que la verían y está seguro que tampoco sería la última.

—Lo que mi cachorrito pida —la película comienza a reproducirse pero Jungkook no necesita prestar atención a la película, él está simplemente encantado con el dulce sonido de la risa de Jimin, con su voz repitiendo algunos diálogos y tarareando la canción introductoria, así pasan los minutos hasta que el sonido de su celular interrumpe su momento de admiración—. Hola, papá —saluda a través del móvil.

Hola, hijo —sonríe para si mismo y su esposa que lo acompañaba pegada al teléfono para escuchar—. Lamento molestarte de nuevo pero tienes que venir a firmar los balances para los nuevos presupuestos.

—Iré mañana temprano, los firmaré entonces —dice simple volviendo a abrazar a su chico quien maldijo en su mente por la negativa del alfa.

No puede esperar, tiene que ser ahora —discute—, los socios pidieron una copia y necesitamos enviarla mañana a primer ahora, por favor.

—Pero...

Por favor, cachorro —insiste porque así debía hacerlo—, no tardarás nada.

—¡Bien! —se rinde—. Llamaré a Zico y estaré ahí en media hora o poco más —dice molesto pero el omega se pone feliz al oírlo.

Te lo agradezco hijo, te veo aquí —sonríe y alza el pulgar hacia su esposa—. Te amo.

—Y yo a ti —cuelga la llamada, gruñe mientras presiona de nuevo la pantalla y se coloca el dispositivo en el oído—. Hola Zico —habla luego de unos segundos—. ¿Podrías venir por mi? Necesito ir a la empresa —el beta le da una respuesta afirmativa—. Bien, te veo en 15 minutos —su voz era fastidiada, lanzó el celular al otro sofá y apretó más su agarre en la cintura de Jimin pegándolo lo más posible a su cuerpo, escondió la nariz en su cuello y gruñó posesivo al olfatearlo.

—¿Tendrás que irte? —cuestiona inocentemente acariciando el antebrazo que lo rodeaba, percibió el asentimiento.

—Podrías venir conmigo —las palabras son atenuadas por el cuello del omega, rosando sus labios en la piel ajena—, no quiero estar lejos de ti.

—Yo tampoco quiero eso, pero estoy muy cansado, alfa —hace un puchero que Jungkook no ve pero se lo imagina con facilidad, su labio inferior brillante y sobresaliente con los ojos igual de relucientes—. ¿Puedo quedarme aquí?

—Claro, bebé —ayudó al omega a girarse para estar frente a frente—, pero márcame con tu aroma, por favor —pide abrazándolo con más necesidad.

—Iba a hacerlo aunque no me lo pidieras, lobito —sus manos se colocan en el pecho del alfa acariciándolo lentamente para subir a sus hombros y traerlo por el cuello—. No iba a dejar que volvieras a esa empresa sin oler a mi, todos deben saber que tienes un omega, a tu omega... —remarcó la pertenencia—, esperándote en casa —su voz era posesiva y Jungkook no sabía si le encantaba más esa parte de su personalidad o la mimosa y cariñosa de siempre. Jimin guio su boca a la barbilla del mayor y bajó poco a poco hasta llega a su cuello para succionar algunas de las marcas que aún se pintaban del celo, avivándolas y haciendo algunas nuevas para que el mayor las portara a la vista—. Mío —friccionó su mejilla en la piel del alfa hasta que estuvo totalmente cubierto por la vainilla y el café, los ojos del alfa estaban cerrados y tenía un semblante muy tranquilo, Jimin soltó una risilla al verlo. Lo sacudió con cuidado—. Kook, debes irte —el ojiverde se despertó de inmediato con demasiada pesadez en los párpados, ser marcado por su omega siempre lo calma en exceso hasta el punto de querer dormirse entre sus brazos.

—Si, lo siento —se talló los ojos para retirarse el adormecimiento y da un beso rápido a los labios del menor—. No tardaré, amor —se levantó cuidando de no molestar a Jimin y se inclinó sobre él para besar su frente—. Te veo en un rato, te amo mucho —tomó su celular y caminó hacia la puerta perdiéndose tras ella.

Jimin respiró aliviado al saber que su plan estaba funcionando, se levantó de su cómodo asiento y se regocijó al notar que el alfa también lo había marcado pero no tenia tiempo suficiente para deleitarse con ello, caminó hacia su habitación para cambiarse, en el camino se encontró con la preciosa cachorra que tiene como mascota.

—Hola, preciosa —dijo con una voz más aguda y se puso en cuclillas para juguetear un poco con la perrita que agitaba la cola contenta y ladraba hacia el chico—. Vamos a darle una sorpresa a Kook, ¿vas a ayudarme con eso? —se levantó, seguido por Tiza entró a la habitación para buscar otra camisa, se cambió rápidamente y salió de nuevo para ir rumbo a la recepción del edificio cuidando que Tiza no se acercara a la puerta, maldijo a la lentitud del elevador, el tiempo era demasiado valioso en ese momento.

Cuando por fin llegó y bajó en el lobby, la señorita que atiende le entregó la bolsa con las cosas que Zico había comprado para él, subió de inmediato para preparar todo, sacó los globos dorados y negros para comenzar a inflarlos con la mayor rapidez que sus pulmones le permitían sin desmayarse ya que no pidió un artefacto para ello.

—¡Tiza, no! —regañó a la peluda luego de que en sus jugueteos reventara al menos 5 globos de los que tanto le había costado inflar—. Mala, eso no se hace —la señalaba con el dedo, Tiza solo bajó la cola y las orejas en señal de tristeza pero fue salvada por la campana cuando el timbre interrumpió la reprimenda—. No revientes más —advirtió antes de alejarse rumbo a la puerta.

Al abrirla se encontró con sus suegros y sus padres acompañados por su hermana todos muy sonrientes lo saludaron efusivamente, recibió los besos y abrazos de todos para después dispersarse por el apartamento, buscando dónde acomodar la comida que la madre de su alfa trajo, decorando con los globos que recién había inflado y con los que su padre y Hyungwon inflaron también, luego de un rato recibió a sus amigos que ahora también son de Jungkook, los dos alfas y el beta lo saludaron emocionados para después ponerse a ayudar con lo faltante, el ojiazul colgó el colorido letrero de "felicidades" y regañó por segunda vez a Tiza cuando casi lo tira de la silla a la que se había subido para hacerlo, la cachorra se limitó a correr lejos y acercarse a Shinhye quien ayudaba con la comida, Jimin se rió demasiado cuando el resto del grupo se acercó a él para asegurarse de estuviera bien y así no tenerse que enfrentar a la furia de Jungkook cuando llegara, pasados 45 minutos el omega recibió un mensaje de Zico.

"El conejo está entrando a la madriguera" iluminaba su móvil.

Jimin se soltó a reír al leerlo pero avisó a todos para que se ocultaran, tras los sillones, en la cocina y donde pudieran, luego de unos minutos el sonido de la puerta abriéndose les confirmó su llegada.

—¡Bebé, estoy en casa! —hablaba sin girarse mientras se quitaba el abrigo y colgaba las llaves en el llavero empotrado en la pared—. No vas a creerlo, papá no estaba en la ofici...

—¡Sorpresa! —el grito de todos lo hizo sonreír y exaltarse por un segundo, sus hoyuelos aparecieron en sus mejillas de manera adorable y el brillo de sus ojos era único, buscó de inmediato a su omega con la mirada y ladeó el rostro con un puchero en los labios, escaneó el departamento para ver la decoración, el gran letrero formado por banderines le hizo reír y sus mejillas se colorearon al ver que todos estaban ahí, felicitándolo y abrazándolo, su pecho se sentía tan lleno de alegría.

—Felicidades, cachorro —su padre lo abrazaba—, estoy muy orgulloso de ti.

—Estamos —corrigió la alfa llegando a abrazarlo también—. Eras el mejor de tu carrera y tenía que ser reconocido aunque tardara tantos meses —besó su mejilla y se alejó para que los demás pudieran felicitarlo también.

—Director de la empresa es algo grande, muchas felicidades muchacho —Hyunbin lo abrazó con cariño y dio paso a Sunhwa y Shinhye que lo imitaron, Jungkook no podía sentirse más querido y honrado por el cariño que todos le estaban mostrando, incluso los médicos que le salvaron la vida estaban ahí, ahora los considera amigos y es algo sumamente valioso, la fila de abrazos fue avanzando hasta que llegó el turno de Jimin.

—¡Sorpresa, alfa bonito! —abre sus brazos para que el ojiverde se lance contra él—. Lamento no ponerte atención en la camioneta y lamento no aceptar salir a festejar pero no ibas a arruinar mis planes —dice con diversión aún sin separarse.

—Muchas gracias, bebé —lo tomó por las mejillas, unió sus labios muchas y repetidas veces pero luego lo abrazó para acercarse a su oído—. Aunque me gustaba más el festejo que dejamos pendiente —la risa del omega lo hace sentirse orgulloso.

—Lo terminaremos más tarde —le guiña un ojo al separarse, Jungkook no cree poder estar más enamorado, siempre piensa lo mismo pero Jimin le hace ver lo equivocado que está, diariamente se enamora más y más, de su parte tímida como de la atrevida, se enamora de todo lo que rodea a su omega.

✧✦✧

—Quiero agradecer a Jimin por organizar ésta reunión para celebrar a mi hijo —habló Jiyoung, Zico se había unido, ahora todos estaban reunidos en la mesa, compartiendo el momento mientras cenaban en un ambiente ameno—. Por hacer feliz a mi cachorro y por... —su voz se cortó pero aclaró su garganta para recomponerse—, por devolvérnoslo —dice simple—. Estoy orgullosa de él por todo lo que ha logrado en su vida y estoy muy orgullosa del hombre en el que se ha convertido, te amo cachorro y sé que vas a lograr todo lo que te propongas —se pusieron de pie para darse un abrazo, el alfa caminó hacia su padre para abrazarlo también.

—Los amo demasiado —besó la mejilla de ambos alfas y volvió a su sitio sin tomar asiento—. Yo quiero agradecerles a todos por estar aquí —se dirigió a cada uno con la mirada—. Esto iba a pasar hace poco más de seis meses, yo tal vez habría tenido una fiesta con mi generación y todas esas cosas pero no fue así por cosas muy particulares —ríe—, sin embargo, me gusta mucho más esto, estar con mis nuevos amigos, a los que agradezco enormemente por salvarme la vida.

—Por nada —Yoongi añade en tono burlón agitando la mano haciendo que el alfa niegue con una sonrisa.

—Agradezco enormemente la segunda oportunidad que tengo para alcanzar más logros y para vivir momentos como éste en compañía de mis papás y el amor de mi vida —toma la mano de Jimin quien estaba sentado a su lado pero sus ojos se dirigen a los de sus padres—. Les doy las gracias por permitirme ser yo mismo durante toda mi vida, por aconsejarme y tenerme la confianza que me tienen, les aseguro que cuidaré de la empresa porque sé el esfuerzo que les ha costado —sinceridad en cada frase y amor hacia sus progenitores eran lo único que había—. Agradezco a mi accidente porque sin eso no estaría aquí, no conocería a estas estupendas personas y éste logro no se sentiría como uno —sonríe al ver que todos le miran con cariño y sonrisas en los labios, se siente amado y tan feliz—. Y por último... Tengo muchos agradecimientos, perdonen —dice con gracia haciendo reír al resto—. Le doy gracias a este precioso chico por aparecer en mi camino, por salvarme la vida y hacerme tan feliz cada día, definitivamente tomar tu mano hace que todo parezca mejor y sé que eso no va a cambiar nunca, te dedico cada uno de mis éxitos que espero sean muchos, te amo —Jimin tenía lágrimas en los ojos cuando se puso de pie para dejar un suave beso sobre los labios de su alfa y abrazarlo fuerte.

—Te amo demasiado y nunca me cansaré de decirte lo orgulloso que estoy de ti, alfa —el teléfono de Jungkook comenzó a sonar pero se negaba a soltar al omega haciendo que todos dijeran un "aww" de mera ternura—. Lobito, contesta —a regañadientes el ojiverde se separó y miró la pantalla.

—Es Jongsuk —avisó y tanto el alfa puro como el omega hicieron una mueca triste, habían hecho una oferta por una de las casas y el agente les dijo que la respuesta estaría como mínimo en dos días, si estaba llamando tan pronto no podían ser buenas noticias.

—Responde —dice sin tantos ánimos el ojiazul.

—Hola Jongsuk —saluda con tono decepcionado—. ¿Tienes una respuesta? —los hoyuelos aparecieron en sus mejillas y la esperanza de Jimin se instaló de nuevo en su pecho al sentir a su alfa feliz—. No es broma, ¿verdad? —todos miraban expectantes incluso aunque no sabían de qué se trataba—. Excelente, te veremos mañana, adiós —su sonrisa crecía a cada segundo pero no hablaba, solo colgó el móvil y miró a todos los presentes.

—¿Y? —cuestionó el castaño con impaciencia.

—¡Tenemos casa nueva, bebé! —dice con emoción y recibe al omega cuando éste salta igual de entusiasmado a sus brazos, ambos quedaron irremediablemente enamorados de la casa número 3, tenía todo lo que buscaban, áreas verdes y una piscina, las habitaciones necesarias y una buena ubicación, el omega quedó simplemente fascinado con el kiosco y la fuente que la decoraban, Jongsuk aseguró que realizaría una oferta por ella y que en unos días tendrían una resolución pero ahí estaban, con un si definitivo a tan solo unas horas de ofertar.

—Tenemos casa nueva, alfa —sonríe para besar los labios de este, todos se acercaron a ellos para felicitarlos armando más alboroto y festejo por el nuevo motivo, todos alegres hasta que Jimin vio la puerta del departamento abierta, comenzó a buscar Tiza en el lugar, sus ojos estaban en el piso escaneando todo pero no la encontró, sus esferas azules fueron hasta la sala de estar y tampoco se encontraba ahí—. Kook... —su mano apretó la de Jungkook para llamar su atención.

—Dime, ángel —se acercó más a él al sentir su preocupación y dirigió los ojos hacia donde Jimin miraba.

—La puerta está abierta y Tiza no está por ningún lado —sus ojos se cristalizaron y el silencio se hizo presente.

—Ella no se acerca a la puerta, vamos a buscarla —todos supieron de inmediato que se refería a la peluda y comenzaron con la búsqueda exhaustiva.

—Ustedes salgan a los otros pisos —dijo Hyunbin luego de unos minutos donde no la veían—, así pueden buscarla ahí —el omega no necesitó oír más, enseguida estaba jalando al alfa por la mano para salir del departamento, de sus ojos seguían cayendo las lágrimas y Jungkook no sabía qué hacer al respecto, él también quería ponerse a llorar al no saber nada de Tiza pero no podía hacerlo.

—Amor, tranquilo ella está bien —al salir al pasillo acercó a Jimin a su pecho para tranquilizarlo—, si alguien la encuentra no importa ya todo está arreglado.

—El problema es si no la encontraron, Kook —lloró más—, ¿qué tal que se salió del edificio? —un sollozo hizo que Jungkook lo abrazara aún más fuerte contra su cuerpo.

—Estamos en un piso muy alto, no creo que llegue hasta la calle, ángel —él también estaba aterrado por esa posibilidad pero sabe que es muy remoto, la cachorra debe estar en algún lugar de ese edificio y pronto la encontrarán.

—Es m-muy curiosa, siempre está buscando salidas y...

—Shh —lo silenció—, la vamos a encontrar, tranquilo —besó sus mejillas para interrumpir el camino de las lágrimas—. Vamos a recepción y preguntamos si la han visto, ¿bien? —tomó su mano apretándola para darle seguridad y acariciándolo suavemente con el pulgar, ambos entraron al elevador en cuanto éste se abrió.

—Pero se molestarán porque la metimos a escondidas —de nuevo su voz se cortaba.

—Eso ya no interesa, lo más importante es encontrarla —unió sus labios en un beso tranquilizador para después acunarlo entre sus brazos y darle caricias en la espalda hasta llegar a la planta baja del edificio donde el pecho del alfa se llenó de molestia por ver como trataban a su pequeña peluda—. ¡Déjela! —ordenó al ver como el oficial de seguridad empujaba a la perrita asustada por el costado usando su pie, al oír la conocida voz, Tiza levantó las orejas y giró su cabeza para encontrarse con Jimin y Jungkook; corrió asustada hacia ellos y el omega la alzó de inmediato con el rostro feliz por hallarla.

—Está dentro del edificio y eso es contra las reglas —discutió el hombre con cara de molestia.

—Pues ha estado dentro por dos semanas y nadie la notó —Jungkook desafió a aquel hombre parándose lo más recto que podía, nadie iba a maltratar a Tiza y salir librado de eso.

—¡¿Qué?! —el hombre se enojó aún más—. ¿Ustedes la tenían escondida? ¡Sabía que tenían algo entre manos pero no podía hacer nada! —exclama frunciendo el ceño—. Más vale que saquen al feo animal del edificio ahora mismo —ordenó y Jungkook elevó una ceja por el tono prepotente que utilizó, iba a hablar pero pronto tuvo a Tiza entre sus brazos y veía como Jimin empujaba al hombre.

—¡Listo! —gritó el omega una vez que tuvo al guardia fuera de la puerta—. El feo y detestable animal que maltrató a Tiza está fuera del edificio —su ceño estaba fruncido y sus ojos tremendamente furiosos, Jungkook se paró al frente de él cuando vio las intenciones del otro alfa, quería gruñir y atacar a su omega.

—Más vale que no hagas lo que ibas a hacer —advierte con los ojos oscuros y los colmillos apunto de salir, ese alfa le había colmado la paciencia. Una beta llegó apresurada a interponerse entre los tres; el escándalo que estaban formando era mucho y lo que menos quería era molestar a uno de sus mejores clientes, Jungkook era muy conocido en el edificio, nadie quería una queja del heredero de la empresa más importante de Corea.

—¿Podrían informarme qué ocurre? —su mirada reprendía al guardia.

—Este tipo y su omega que tenían a ese animal dentro del edificio y ahora se niegan a sacarla —escupe con arrogancia.

—Pero lo que éste estúpido no está diciendo es que maltrató a nuestra perrita —defiende Jimin saliendo de atrás de Jungkook para encarar al alfa detestable.

—Estúpido tú, omega —fue todo, al segundo después de terminar con su frase recibió un puñetazo proveniente de Jungkook, lo había derribado de un solo golpe, certero en la mandíbula, sus ojos eran negros profundo y su mirada era asesina hacia él. Nunca había golpeado a alguien pero por defender a su precioso tesoro lo haría las veces necesarias para que al resto del mundo le quede claro que nadie puede siquiera pensar algo malo sobre él.

Discúlpate ahora mismo —ordenó con su voz alfa levantando al tipo por el cuello de la camiseta, el hombre tembló por el mando.

—L-Lo siento mucho —dijo con la mirada dirigida al omega pero luego Jungkook lo jaloneó otro poco y comprendió—. Lo s-siento a los dos —ahora hablaba con la cachorra aunque esta no podía entenderlo en lo absoluto.

Largo de aquí —el ojiverde libera su agarre y el hombre comienza a caminar al interior, derrotado y molesto.

—Yo... —la beta no sabía que comentar al respecto, es verdad que los animales están prohibidos pero no puede solo discutir con Jeon y negarse algo que el alfa puro y millonario solicite cuando además está demasiado molesto.

—Sabemos que los animales están prohibidos, lo sentimos mucho —habla Jimin, con ojos apagados y tristes, Jungkook lo rodeaba por la cintura olfateando su cuello y acariciando a Tiza con la mano libre, buscando tranquilizarse para poder hablar con aquella mujer.

—Siento mucho esto, de verdad —habla sincera—. Él será despedido, su comportamiento es deplorable —mantenía su distancia de la pareja para evitar más disputas.

—Lamento mi comportamiento también —dice el alfa saliendo de su escondite, su mano seguía aferrada a la cadera el omega pero sus ojos estaban de el color habitual.

—Descuide, es normal —la beta se encoje de hombros con desinterés en ese asunto, el tipo si se merecía el golpe—. Sobre la cachorra... —titubea un poco para después continuar—, no creo que puedan ingresar con ella de nuevo, hay personas con alergias y comprendo la situación pero no hay nada que pueda hacer al respecto, muchos ahora lo saben —señala hacia un lado donde un grupo de personas presenciaban la escena.

—No podemos dejarla solita —niega Jimin con los ojos llorosos—. Alfa...

—Tal vez mis papás puedan cuidarla por unos días, amor —acuna su rostro y limpia las lágrimas que bajaban de nueva cuenta.

—Por favor Kook, no pueden separarnos, ¡es mía! —abrazó a Tiza con más fuerza para que nadie pudiera alejarla de él—. No voy a dejarla con nadie —el alfa le dedicó una mirada a la beta quien comprendió de inmediato que debía ser paciente con el omega. El ojiazul se escondió en el pecho del rizado dejando a la peluda entre ambos, el alfa aprovechó para mandar un mensaje simple a su padre donde indicaba que estaban en el lobby.

—Bebé, sabemos que es contra las reglas tenerla aquí —separa al menor para verle a los ojos—, comprende.

—No, es mía no pueden solo pedirme que la deje con alguien más —niega rápido—, me iré con ella entonces.

—Pero será solo por unos días, por favor —vio a sus padres y los del omega llegar apresurados seguidos por los médicos, sin querer todos habían mudado su reunión a la recepción del edificio.

—¿Qué sucedió? —cuestiona Hyunbin con tono preocupado al ver a su cachorro tan desconsolado.

—Tiza no puede entrar de nuevo al departamento y Jimin no quiere dejarla con alguien más —el omega se escondió de nuevo en el pecho del alfa.

—Nosotros podemos cuidarla —Sunhwa habla de inmediato al ver el estado de su hijo pero el ojiazul negaba.

—¡Si! —Shinhye festeja porque se había llevado muy bien con la cachorra, cuidarla sería realmente divertido—. ¡Por favor, Minnie! —juntó las palmas y puso su mejor puchero hacia su hermano quien la miró un poco inseguro—. Te juro que la voy a cuidar muy bien, voy a jugar con ella y cuando tengas tu casa nueva te la llevarás, lo prometo.

—Kook... —tenía un nudo en el estómago ante la idea de separarse de Tiza aunque sean unos días.

—Cielo, mira a Shinhye, le hará bien tenerla antes de su operación, ¿no lo crees —habló bajito solo para su chico—. Serán solo unos días y la verás a diario —propone.

—Está bien —concede con pesar y le pasa la pequeña a la otra pequeña—. Tienes que cuidarla muy bien y jugar con ella, si te veo triste buscaré a alguien más —amenaza con una sonrisa nostálgica, sabe que Tiza servirá de distracción para el mal humor de su hermanita, le duele mucho separarse de la peluda pero sabe que estará en buenas manos.

—Te lo prometo —su sonrisa alegró un poco a Jimin—. ¿Oíste Tiza? ¡Voy a cuidar de ti por un tiempo! —rascó su cabeza y la nombrada fue quedándose dormida poco a poco sobre sus piernas.

—Supongo que nos iremos ahora —dice Sunhwa con una sonrisa para después acercarse a su hijo y abrazarlo—. De nuevo muchas felicidades, Jungkook —acaricia la mejilla del alfa y cede al paso a su esposo para que se despida, poco a poco todos se fueron y el alfa y Jimin se quedaron solos en las afueras del edificio.

—Gracias por defenderme, alfa —dice mientras el mayor lo abrazaba por el costado y caminaban al ascensor.

—Nadie puede ofender a mi chico —deja un delicado beso en su sien—, ¿estás bien? —cuestiona ante su seriedad.

—Si, solo necesito asimilar que Tiza no estará en casa unos días, pero estoy muy feliz por la sonrisa de Hye —sus labios se elevaron y por fin el alfa sintió la felicidad que irradiaba de su pequeño.

—Vamos a estar bien, amor —besa su frente—, todo va a estar bien —suelta una risa haciendo que el omega lo vea confundido—. Te veías muy pequeño y adorable empujando a ese guardia.

—Lo detesto, solo de recordar como empujaba a Tiza, ¡agh! —gruñe.

—Pero lo van a despedir —asiente—, fue un completo estúpido, me alegro ser alfa y poder de golpearlo como se merecía.

—¿No tienes fiebre o algo? —bromea poniendo su mano en la frente del ojiverde—. No puedo creer que mi alfa se alegra de ser alfa —sonríe orgulloso.

—Me alegro de serlo desde que te conocí, amor —y no miente, desde que conoció a Jimin ha conocido ciertas ventajas que su casta tiene, obviamente detesta algunas otras pero poder defender al ojiazul cuando lo necesite siempre será la más importante.

✧✦✧

—¿Te gustó la fiesta? —pregunta el omega con entusiasmo, estaba cepillándose los dientes con solo un bóxer y una enorme camiseta de Jungkook, mientras el alfa se colocaba el pantalón de pijama, estaban a punto de ir a la cama luego de un muy largo y productivo día.

—Me encantó, bebé —sonríe hacia el—, muchas gracias por hacer eso por mi.

—Haría eso y mucho más, en realidad si lo hubiéramos planeado con días de anticipación tal vez salía mucho mejor —enjuaga su boca y se limpia con una toalla mientras el alfa habla.

—Pero fue perfecto —niega—, todo me encantó —se sienta en la orilla de la cama sin despegar su vista del menor.

—Me alegro entonces —sonríe en grande acercándose al ojiverde para sentarse a horcajadas sobre su regazo y abrazarlo con fuerza, su intención fue poner feliz al mayor y al parecer logró su cometido, eso hace que su omega se sienta orgulloso al complacer a su alfa.

—No puedo creer que en un solo día obtuve tantas cosas, creo que soy muy afortunado, estoy llenándome de cosas buenas en muy poco tiempo —sonríe y abraza al omega por la cintura—. Primero tú llegaste a mi vida y me haces la persona más feliz; ahora estoy graduado, voy a ser director de la empresa —aleja a Jimin del abrazo y comienza a repartir pequeños besitos en todo su rostro haciéndolo reír—. Y lo mejor de todo es que tengo una casa contigo, amor.

—Estoy muy orgulloso de ti y de nosotros, si no hubiésemos admitido todo lo que sentíamos tal vez no estaríamos aquí siendo tan felices.

—Antes me costaba trabajo decirte que me gustabas y ahora me cuesta trabajo no decirte cada dos segundos lo mucho que te amo —el omega rió suavemente—. Te amo demasiado, cachorrito.

—Y yo te amo a ti, lobito.

—Ahora que te lo dije y te agradecí por mi fiesta... —ladea el rostro y alza una ceja—, tú me debes algo —el ceño del omega se frunce ante el desconocimiento.

—¿Qué cosa? —ladea el rostro y hace un puchero tan tierno que el alfa se siente derretir pero encamina sus manos a la cintura del menor con lentitud, metiéndose en la camiseta y acariciando la blanca piel, se siente tan bien ver a Jimin con su ropa, olerse en él y saber que se pertenecen, su parte posesiva se regocija y su lobo salta emocionado en su interior.

—Nuestro festejo privado, bebé —besa su puchero justo antes de que este desapareciera por la sonrisa ladina.

—Oh —alarga la expresión con tono coqueto para luego enterrar su nariz en el cuello del más alto—. Creo que tendré que saldar mi deuda —su lengua se desliza por la piel del mayor haciendo que se erice y el ojiverde apriete sus manos sobre la cadera del omega.

—¿Ya no estás cansado? —cuestiona con la voz nerviosa y entrecortada, escucha una risa nasal del menor.

—Era mentira, lobito —succiona su piel en pequeñas porciones—. Hyungwon iba a llamar en cualquier momento para sacarte del departamento.

—¿Mi precioso ángel me mintió? —cuestiona con burla llevando sus manos al rostro del omega para separarlo y verlo a la cara—. Eso no debería suceder —la sonrisa enorme del omega lo hizo sentir vibrante y satisfecho.

—¿Vas a castigarme, alfa? —cuestiona con risa en la voz, Jungkook se acercó para devorarle la boca con ansiedad, el sonido del chasquido que hicieron al separarse fue delicioso y el mordisco que el alfa dio al labio inferior del castaño lo fue aún más.

—No veo otra forma de que entiendas que eso estuvo mal, precioso —se levanta y lanza al omega con cuidado a la cama—. Voy a darte una reprimenda y después me darás mi premio, ¿qué dices?

—No me queda de otra —se encoje de hombros con inocencia, sus ojos clavados en los del alfa que gateaba en su dirección para colocarse entre sus piernas y besarle nuevamente, hambriento y deseoso de más—. Aunque mañana debemos salir muy temprano a lo de Jongsuk.

—Eso no importa, la noche es muy larga —desliza sus besos al cuello del chico—. Ahora guarda silencio para recibir tu castigo —la noche fue así, caliente y placenteramente duradera, entre gemidos y sonidos húmedos que los regocijaban a ambos, alfa y omega disfrutándose entre si.

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